"La sexualidad es un ámbito constituyente y fundamental en las personas, fuente de identidad, satisfacción y comunicación. A pesar de su relevancia, ésta parece ser el área en que permanecen más fuertemente arraigados, en forma de construcciones simbólicas, las disparidades que han caracterizado históricamente la relación entre hombres y mujeres. A partir de los procesos de cambio sociocultural se han realizado avances en la elaboración y reivindicación política de la sexualidad, situándose progresivamente como un ámbito suceptible de tratar desde los Derechos Humanos. Los Derechos Sexuales tienen que ver con la capacidad de las personas y las parejas a decidir libremente sobre el número y espaciamieto de sus hijos e hijas, pero también de vivir una sexualidad sana, sin cohersión ni riesgos para su salud y de tener la información, educación y medios para hacerlo. Se relaciona también con la decisión de ligar o no la sexualidad a la reproducción. Estas reividicaciones están hechas en el plano conceptual y tienen algún posicionamiento político en organizaciones internacionales, cabe preguntarse si la conexión entre sexualidad y derechos cobra sentido en las construcciones culturales de las personas. De nada sirve una norma si no posee una legitimación por quienes deben respetar y exigir su cumplimiento. Lo mismo vale en materia de derechos. Este estudio nace por una parte del diagnóstico de que las ciencias sociales en Chile, si bien han investigado empíricamente el tema de la sexualidad, prácticamente han dejado sin tocar el tema de los Derechos Sexuales, o bien se ha tratado de manera tal que ha quedado reducido a los Derechos Reproductivos. Una segunda razón, tiene que ver con el interés en los actores que estarían obtruyendo el posicionamiento e incorporación del tema de los Derechos Sexuales en la agenda pública, en donde se destaca el rol de la Iglesia católica."