"Este artículo presenta un análisis del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en Santiago de Chile desde la perspectiva de la distribución de los espacios que lo conforman. Se arroja en esta investigación la existencia de dos espacios claramente delimitados en este museo: el espacio de “adentro” y el espacio de “afuera”. Ambos se articulan bajo distintas dinámicas de funcionamiento en la producción de sentido y experiencia al visitante. El espacio de “adentro” presenta la muestra permanente y plantea la objetividad de esta desde la construcción de una cadena referencial y desde la objetividad como juicios de valor apelando a los Derechos Humanos como valores universales. En el espacio de “afuera” se encuentran las obras de arte permanentes donde se interpela al sujeto desde la afectividad que la obra de Alfredo Jarr aporta como experiencia. Finalmente se tiene que ambos espacios son necesariamente complementarios para dar sentido al objetivo del museo"