La defensa de los derechos humanos del Departamento Jurídico del Comité Pro Paz y de la Vicaría de la Solidaridad

"Por la fuerza se impuso en Chile, el 11 de septiembre de 1973 una junta militar. Esta instauró una dictadura que tomó el poder, el control de la actividad política y social. Este poder absoluto empezó a perseguir a los partidarios del derrocado gobierno. Este dolor en el país fue asumido por las Iglesias que se organizaron para ayudar primero a los refugiados en Chile y luego a los propios chilenos perseguidos. Nació así el Comité Pro Paz para ayudar a todos los perseguidos de la dictadura. A este organismo se sumaron jóvenes abogados que asumieron la misión de defender a los perseguidos con las herramientas jurídicas que el propio ordenamiento entregaba. Se interpusieron recursos de amparo, se realizaron defensas ante los Consejos de Guerra y se entablaron solicitudes de ministro en visita. Desde el 1 de enero de 1976 el Vicario Cristian Precht asumió la tarea emprendida luego de el cierre del Comité Pro Paz, la creación de un organismo de derechos humanos dentro de la propia Iglesia católica de Santiago. Este emprendió la defensa y promoción de los derechos humanos. Con toda la experiencia del trabajo en el Comité, la Vicaría emprendió con gente joven esta misión, que tuvo como principal resultado el forjar una organismo que defendió la vida de las personas de una manera amplia; la vida de los perseguidos, la búsqueda de la verdad en los casos de detenidos desaparecidos y la protección de la vida a través de comedores, talleres y programas de salud. El departamento jurídico nació denunciando la situación de los detenidos desaparecidos del año 76. Durante los años 80 los abogados de la Vicaría asumieron la defensa de los pobladores, trabajadores y estudiantes que eran reprimidos en las protestas populares. Se asesoró también a los que vivieron el exilio y la relegación. 3En la Revista Solidaridad, que se publicaba quincenalmente, y en los Informes Mensuales se fue registrando con las denuncias de violaciones a los derechos humanos que cometió el régimen. La represión llegó a la casa misma de la Vicaría cuando agentes del régimen secuestraron y asesinaron al funcionario de la Vicaría José Manuel Parada. En 1987 se inició la persecución de algunos funcionarios y de la institución de la Vicaría por un fiscal militar quién a través de su investigación intentó desacreditar el trabajo realizado por la Vicaría. Con el regreso a la democracia, con la vigencia de los derechos humanos la Vicaría de la Solidaridad cerró su puerta el 27 de noviembre de 1992. la misma puerta de Plaza de Armas nº 444 que durante 16 años estuvo abierta para acoger, acompañar y defender a las personas."