Con el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, es trizado de manera dramática y violenta el sistema democrático chileno hasta la actualidad. De manera ilegítima, y con una nueva institucionalidad, la Junta Militar en el poder desató una fuerte represión masiva contra todos y todas las partidarias de la Unidad Popular, como también contra cualquiera que estuviera en oposición al régimen a lo largo de todo el territorio nacional, imponiendo el miedo en el tejido social, acabando con la organización popular, y buscando con ello sofocar cualquier posibilidad de alzamiento.